Bárbara Aguilar trabaja como inspectora de
educación de la dirección territorial. Antes de ejercer este oficio trabajó en
distintos puestos de trabajo como por ejemplo: camarera, refinadora de zapatos,
profesora, secretaria de un colegio, jefa de estudios, etc.
Pretende que su trabajo sea innovador, para que
la educación de hoy en día sea diferente a la de hace unos años. Pero eso sí, este cambio debe producir una mejora sino la
innovación no serviría de nada.
Barbara nos ha mostrado un video que refleja la
situación de un colegio en el que ella trabajó.
En algunos centros, tienen una forma cerrada de hacer las cosas, no quieren
cambios aunque sepan en el fondo que no está del todo bien su modelo se
enseñanza. Por eso, como futuras maestras si vemos algún aspecto que no nos
gusta y no es beneficioso para los niños, debemos modificarlo para obtener
mejores resultados.
Hay que tener en cuenta que cuando llegas a un centro y hay algo que
quieres cambiar, debes estar muy seguro de lo que quieres hacer y las
modificaciones que vas a llevar a cabo. En el centro escolar nos encontraremos
a toda clase de personas, seguramente habrá gente muy amable dispuesta a
ayudarte, pero hay que tener cuidado con las personas tóxicas ya que te van a
complicar el camino, y te van a poner muchos impedimentos.
A
continuación nos enseñó un video de “El club de los poetas muertos”, una
película que ya habíamos visto en año pasado en clase.
Innovar
no significa hacer lo mismo pero de otra forma, la palabra innovación consiste
en hacer algo diferente con un método
distinto.
Una
persona sola aunque lo intente no puede cambiar el mundo, pero si todos participamos
y ponemos nuestro granito de arena finalmente se puede conseguir un cambio.
Cuando Bárbara terminó la universidad se dio cuenta de que todo lo que había
estudiado no le sirvió de nada. Realmente cuando se aprende es trabajando en
los centros escolares viendo la realidad
tal y como es, y recopilando experiencias.
Nos contó una historia un poco larga y por la cual ella se sentía una
superviviente. Comenzó a informarse sobre cómo funcionaban los demás colegios,
acudió a un congreso donde conoció a gente y le informaron que la Comunidad
Valenciana iba a elegir a tres escuelas para ser centros pilotos. Al enterarse
de esta noticia, seguidamente se puso en marcha con el proyecto, y tras mucho
esfuerzo y lucha finalmente la Consellería aceptó su proyecto.
A partir de este momento emprendió un cambio radical en su escuela. Los profesores
debían aprender nuevos conocimientos informáticos acudiendo a cursos, pero el
problema vino cuando algunos docentes se negaron a hacerlo ya que no lo veían
como una obligación.
En el 2005 la escuela fue el primer centro de la Comunidad Valenciana en
tener TICS, pizarras digitales, etc. Pero mientras llegaba la dotación solo
disponían de 14 ordenadores para 40 docentes. Esperando a que llegara todo el
material comenzaron los cursos.
En el 2006, por fin, llego la dotación. Le dieron 50 ordenadores con
Lliurex y 14 PDI. A parte la Consellería y el CEFIRE les dieron:
-Consellería: 17 proyectos, 16 portátiles.
-Ayuntamiento: 6 PDI, más la instalación
de los proyectos.
-CEFIRE: un profe Lliurex.
Para finalizar, Bárbara nos enseñó un video muy positivo, en el que se
refleja que con esfuerzo, esperanza y fe todo lo que te propongas se puede
conseguir.
Para concluir, esta charla me ha parecido muy positiva y entretenida, y ha
sido la que más me ha gustado de todas a las que hemos asistido. Bárbara nos
muestra la realidad tal y como es, al igual que nos dice las cosas buenas de
este oficio también nos enseña las malas. Nos encontraremos con personas que
nos perjudiquen y nos pongan piedras en el camino, pero debemos tomar las
decisiones que creamos correctas en cada
momento, pensando siempre en beneficio a los alumnos.
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